viernes, 15 de enero de 2010

Diez de la década (estrenadas o no en la Argentina y en cualquier formato)

Bastardos sin gloria. Inglorius Basterds. Estados Unidos/Alemania. 2009. 153`. Dirigida y escrita por Quentin Tarantino. Con Brad Pitt, Mélanie Laurent y Christoph Waltz.


Ya comentada como la película del año 2009, Bastardos sin gloria también merece, a mi humilde entender, el título de la mejor película de la década. Es que la fantasía histórica de Tarantino se transforma, a cada nueva visión, en una película cada vez más sofisticada y con una mirada mucho más seria de la historia y el mundo de lo que parece a primera vista. Los (pocos) comentarios sobre la película por parte del autor que escribe estas líneas se encuentran en el post de las diez del año.


Zoolander
. Estados Unidos, Australia, Alemania. 2001. 89`. Dirigida por Ben Stiller. Escrita por Ben Stiller, Drake Sather y John Hamburg. Con Ben Stiller, Owen Wilson y Christine Taylor



Que Zoolander sea una película que tenga como protagonista a un modelo frívolo y (tremendamente) estúpido, no la hace, necesariamente, una película frívola o estúpida. Al contrario, Zoolander es una obra maestra mayor y la mejor comedia que ha dado este nuevo siglo. Primero, porque es un film dueño de algunos de los chistes más sofisticados que se hayan hecho (ver, cómo ejemplo máximo, la entrega de premios al mejor modelo masculino). Segundo, porque es un film que muestra una relación esquizoide con el mundo fashion. Por un lado un mundo que el film exhibe como cretino. Mundo fashion que para Zoolander hace de la caridad un negocio publicitario, mundo que inventa fenómenos novedosos ahí donde no hay más que repetición, mundo que hace de la trasgresión falsa una pose y mundo que puede esconder características directamente siniestras y nocivas para la humanidad como la explotación del trabajo infantil. Pero por el otro lado, Zoolander también mira al universo fashion con un desconcertante cariño y respeto. Porque Stiller puede ver que la moda también puede esconder una estética irresistiblemente naive. Por que puede ver como muchos de los que participan en el mundo fashion son conscientes de lo vacío que este es (Zoolander , después de todo, es un film en donde los cameos de gente como Paris Hilton, Vin Diesel o David Bowie devela lo conscientes que son estos mismos personajes del circo del que participan) y porque Stiller filma un universo al que podrá deplorar en muchos aspectos pero al que inevitablemente pertenece. De esta paradoja sale uno de las películas más rabiosamente divertidas que se hayan hecho.

Memorias de un asesino. Salinui chueok. 2003. Corea del Sur. 128`. Dirigida y escrita por Bong Joon Ho. Con: Hang-ho Song, Sang-kyung Kim, Roe-ha Kim.


Una de las películas más turbias y oscuras de la década (o de un período mayot). Memorias de un asesino es muchas cosas. Primero, una relectura magistral del género policial, capaz de exponer a los dos modelos de detectives más reconocibles (el detective lógico-científico y el policía duro) para desarmar, cuestionar y -porque no- burlarse de esos prototipos. Segundo: una visión demoledora de la dictadura como un fabricante de asesinos y sobre el horror de naturalizar la violencia -ver a la policía torturando sospechosos y luego verla, en otra escena, cantando felizmente un karaoke es decididamente una de las imágenes más terribles que haya dado el cine en toda su historia-. Tercero: Memorias... es la construcción de una pesadilla cinematográfica perfecta, pesadilla que empieza como forma de policial brillante para terminar en un film de horror superlativo. Acá está editada milagrosamente en DVD, consíganla y alquílenla (o consíganla por otros medios, si se entiende lo que digo) como se pueda.

Aquiles y la tortuga Akiresu to kame. Japón. 2008. 119`. Dirigida y escrita por Takeshi Kitano. Con Takeshi Kitano, Kanako Higuchi y Kumiko Aso.



Tantos años habían pasado desde El Verano de Kikujiro, que costaba creer que Kitano pudiera realizar, nuevamente, una obra maestra. Pero el japonés multifacético y con tic nervioso volvió a su mejor forma en lo que podría considerarse su mejor film desde Flores de Fuego. Aquiles... parte de una premisa que inmediatamente llama a caer en la simplificación y en el ridículo: preguntarse que es el arte. La respuesta, como debe ser, no es definitiva. El arte en Aquiles... parece tanto una convención social como algo que pareciera surgir naturalmente, una expresión sentimental como una pieza comercial, una cosa rara e indefinible por la cual un artista puede entregar tanto su vida como la de los otros. El gran truco de Aquiles... es exponer todas estas cuestiones filosóficas no en un tono solemne sino de comedia negra, como quien ve todas estas cuestiones con mucho humor (que no quiere decir lo mismo que superficialmente) aún con todo el dolor y la confusión que puede provocarle a un artista una pregunta de esta envergadura. La película aún no ha sido distribuida en la Argentina, pero se espera su estreno urgente... ¡y en fílmico!.

Pizza en Auschwitz. Israel. 52`. 2008. Escrita y dirigida por Moshe Zinnemann. Con: Danny Hanoch


Se dice que la página imdb.com tiene absolutamente toda la información en cuanto a películas respecta. Sin embargo este film israelí de Moshe Zinnerman no figura aún en los registros de esta completísima página. De hecho, es probable que el 100 por ciento de los lectores se estén preguntando ahora mismo que diablos es esta cosa. Básicamente este es un film que ha sido visto en el Festival Independiente de Buenos Aires del 2009 y es una película documental que sigue con una cámara a un anciano sobreviviente del tristemente célebre campo de concentración. Dicho señor está dispuesto a ir con sus hijos a visitar el lugar en el que fue sometido para purgar su pasado. El documental propone que sigamos a este viejo durante todo el trayecto de Israel a Auschwitz mientras cuenta una cantidad enorme de chistes de humor negro respecto de los campos de concentración y que sólo una persona que vivió estas desgracias puede hacer. Pero durante el documental también vemos y escuchamos los reproches de los miembros de su familia (en especial su hija), quienes se encuentran hartos no sólo de las historias de supervivencia y suplicios del padre, sino también de que estas mismas historias hayan sido utilizadas para minimizar los problemas de los hijos y nietos del sobreviviente. Uno de los mayores documentales de todos los tiempos que debe ser, ya mismo, distribuido comercialmente. O por lo menos que aparezca en los registro de IMDB.

Metrópolis. Metoroporisu. 113`. Japón. 2001. Dirigida por Rintaro. Escrita por Katsushito Otomo basado en la historieta de Osamu Tezuka. Con Yuka Imoto, Kei Kobayashi y Kouki Okada.



La mejor película de animación de la década pudo haber venido de la compañía Pixar, o de Miyazaki pero no, la cosa, por lo menos en lo que a largometraje respecta, vino de la mano del irregular Rintaro y esta maravilla absoluta que es la adaptación de Metrópolis, basada en la historieta del padre del Manga japonés Osamu Tezuka. La película, si bien pertenece al dibujo animado (mezclado también con animación por computadora) y tiene chicos como protagonistas, se encuentra bastante lejos de ser una película familiar. Más bien por el contrario, Metrópolis es un film amargo y trágico con una visión demoledor sobre el futuro. También una película sobre la identidad, sobre el poder y sobre ese período trágico y luminoso al mismo tiempo que es la niñez. Les dejo en el video de youtube una de las escenas más impresionantes de la película, en la cual se destruye toda una compañía mientras suena la versión de Ray Charles de No puedo dejar de amarte. Esta escena, además de ser una de las más monumentales de la década que pasó, es también el reflejo perfecto de una película que combina, en su justa medida, una mirada sobre el mundo poderosamente trágica y desoladora y un lirismo y un amor por sus criaturas conmovedora. Me hubiera gustado que la escena respetara el idioma original de la película, lamentablemente sólo conseguí esta versión doblada al español. Si se la quiere ver entera esta editada en Argentina en DVD, único formato que hubo por estas tierras para acceder al visionado de la película.



Moulin Rouge!
. 2001. Estados Unidos/Australia. 127`. Dirigida por Baz Luhrmann. Escrita por Baz Luhrmann y Craig Pearce. Con Nicole Kidman, Ewan McGregor y John Leguizamo.



Moulin Rouge! no solamente es una de las diez películas de la década, también es uno de los euforizantes más potentes que se hayan creado. Con un miedo al ridículo igual a cero, un montaje eisensteinano (¡que no videoclipero!) aplicado de manera milimétrica y una reversión increíble de temas del pop. Moulin Rouge! propone una supresión entre la alta y la baja cultura y no teme ver en cursilerías de la cultura popular ecos de grandes tragedias griegas. Así es como puede darse el lujo de juntar, en una misma película, homenajes a Cantando bajo la lluvia, Shakespeare, el grupo Kiss, la tragedia de Orfeo más una multiplicidad de referencias culturales que derivan en una película que tras su fachada luminosa esconde una visión pesimista sobre el amor y el mundo del arte. Como si esto fuese poco, Moulin Rouge! también es la película que confirmó porque Ewan Mcgregor tiene una de las miradas más potentes del cine actual y que Nicole Kidman podía tener una de las voces más refinadas que jamás hayan existido.

Santiago. Brasil. 2007. 80`. Escrita y dirigida por Joao Moreira Salles.


Aún inédito en nuestro país, este film de Joao Moreira Salles (hermano de Walter Salles, director de Estación Central y Diarios de Motocicletas) es una de las películas más indefinibles de los últimos años. Aqui el director repasa la vida de Santiago, su mayordomo de cuando él era chico. Salles lo entrevista, explora su biblioteca y su gusto por la historia. Descubre un hombre que nació con una vocación imposible: la de querer ser un miembro de la nobleza. Salles, por momentos, lo recuerda como un padre sustituto, pero por momentos también lo trata como un sirviente. Lo que queda es algo demasiado documental para ser llamado ficción (en tanto lo que se filman mayormente son entrevistas a Santiago) y demasiado ficticio para ser llamado documental (en tanto la película muestra como estas mismas entrevistas están previamente ensayadas y guionadas en conjunto por Santiago y por el director). Un film demasiado cómico para ser llamado triste y demasiado triste para ser llamado cómico. Una hermosa biografía frustrada y una gran declaración de amor a un personaje entrañable.

La Ciénaga. Argentina. 2001. 103`. Dirigida y escrita por Lucrecia Martel. Con Mercedes Morán, Graciela Borges y Martin Adjemian.



La mejor película de ese movimiento milagroso que es el Nuevo Cine Argentino. La ópera primma de una directora excelente y el film que afirmaría que ese corto de terror llamado Rey Muerto no era un mero un golpe de suerte. La Ciénaga fue el film argentino que recuperó el interior como iconografía para el cine nacional y que hizo de Salta un espacio para una de los grandes infiernos bergmanianos del siglo XXI. Un film sobre familias divididas y unidas al mismo tiempo, sobre una cantidad inhumana de violencia reprimida en todos y en cada uno de sus miembros (incluido los niños, quizás los personajes más inquietantes de todo la película) y sobre secretos que nadie (ni siquiera la directora que los filma) conoce del todo. Martel luego haría otras dos películas, una muy buena y otra excelente, pero ninguna llegaría al nivel de esta obra maestra de terror moderno.


Amor sin escalas
. Up in the air. Estados Unidos. 2009. 109`. Dirigida por Jason Reitman. Escrita por Jason Reitman y Sheldon Turner basado en la novela de Walter Kirn. Con George Clooney, Vera Farmiga y Anna Kendrick.



Aún no estrenada en la Argentina (se estrena este jueves: ¡vayan!), este film del altamente prometedor Jason Reitman (director de la fallida pero muy interesante Gracias por fumar y de la excelente Juno) se estrenará bajo el horrible y engañoso título de Amor sin escalas, un nombre hecho evidentemente para que buena parte del público crea que va a ver una comedia romántica con George Clooney. Lo cierto es que la traducción literal del título de esta película es "Arriba en el aire", nombre que hace referencia a la vida que lleva su protagonista: un hombre que viaja por todo los Estados Unidos en avión, yendo de empresa en empresa para anunciar a diferentes empleados que están por ser despedidos. Tomando a este personaje como centro, Reitman se propone reflexionar sobre la soledad y la vida en pareja, sobre la imposibilidad de llegar a una felicidad plena y sobre el sistema capitalista, sistema sobre el que Amor sin escalas dispara los dardos más venenosos e hirientes que se hayan visto en mucho tiempo. Como agregado extra Amor... es también la mejor actuación de ese animal cinematográfico llamado George Clooney y la creación de uno de los personajes más ambiguos y al mismo tiempo entrañables que se puedan ver en una pantalla grande: la inolvidable Natalie interpretada por la absolutamente adorable Anna Kendrik.

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